La neutralidad en los debates
Esta debe de ser una de las pocas clases en las que hacemos tantos debates, en las que no existe miedo a participar, en la que la gente muestra sus opiniones, ¡las aplaudimos incluso! Qué bonito, realmente se ha creado una comunidad que no se suele ver en las carreras (por lo que me han contado).
Mi clase está llena de gente admirable, que sabe lo que quiere, lo que piensa, y sabe expresarlo claramente. Gente decidida, con vocación y dedicada a lo que está haciendo. Esto hace que los debates sean muy interesantes, que se alarguen, que todos reflexionemos y que nos cuestionemos nuestras opiniones.
En la última clase, Hugo hizo una actividad para que dijésemos cómo de acuerdo o desacuerdo estábamos con ciertas afirmaciones sobre el sistema educativo, la experiencia en la universidad y nuestro futuro en la docencia. Podíamos colocarnos en el lado izquierdo, si estábamos de acuerdo, en el medio si estábamos a medias, y en el derecho si estábamos en desacuerdo. Estuvo muy bien ver cómo siempre había gente en todos lados, tanto en uno como en el otro, porque muestra la variedad de perspectivas que existen acerca de un mismo concepto, las formas de ver las cosas que tenemos las personas.
Pues bien, yo apenas me moví del centro, y si me movía, me ponía lo más escondida posible para no tener que decir mi opinión en voz alta. Se podría pensar que lo hice porque soy tímida y no quiero resaltar, pero ese no termina de ser el motivo. La verdad es que no tengo una opinión clara sobre muchos de los temas que se trataron, o los tenía pero a la vez dudaba de si los argumentos de las personas del otro lado me iban a hacer cambiar de opinión. Por esto, no me posicioné en los extremos, sino que me quedé un poco en medio.
Pensándolo después me pregunté si esto es malo, si significa que no estoy suficientemente metida en la dinámica o en la asignatura, o si significa que tengo menos vocación que los demás hacia lo que estamos haciendo. Dándole varias vueltas, me di cuenta de que dudar también muestra interés hacia lo que se está debatiendo, y que realmente es un coste de oportunidad. Mi naturaleza me lleva a intentar entender lo que opinan todos, tanto los que están a favor como los que están en contra de un hecho. Considerar tanto todas las opiniones provoca que no pueda posicionarme en un lado o en otro, pues la consideración de las opiniones contrarias me controla un poco.
No creo que esto sea malo, de hecho, creo que es gracias a esta asignatura que he adoptado una visión positiva de esa neutralidad. Pasamos toda la carrera estudiando a autores que dan su opinión, que se pelean entre ellos, que niegan unas cosas y afirman otras... Todos estos autores de la educación tienen opiniones muy claras, y las tienen por algún motivo: la sociedad en la que vivían, sus experiencias, sus familiares, amigos, contexto, etcétera.
Nosotros, de una manera u otra, recibimos la influencia de estos autores, y nos hace reflexionar sobre lo que dicen. En esta asignatura, quien más nos ha hecho pensar probablemente haya sido Ivan Illich. Gracias a todo lo que aprendemos, fundamentamos lo que opinamos, y es por ello mismo que yo he terminado posicionándome en el centro, siempre abierta a escuchar las opiniones de los demás pero no a dar la mía. Es una posición de espectadora, un narrador omnisciente que no narra nada.
Así que gracias, por ser personas tan interesantes y tan reflexivas, me lo estáis pegando y todo. :))
Una clase muy molona ;)
Ana como ya te dije en persona, ser neutral nunca es malo, al revés eres más inteligente que el resto, te quedas con lo bueno de ambas partes. Gracias por ofrecernos está visión neutral, porque muchas veces también es necesaria.
ResponderEliminarAnita!! Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en esta entrada, y la verdad es que yo también me identifico. Siempre me ha gustado mantener la neutralidad, y no es algo negativo en absoluto, pues no solo te permites tener un punto de vista más abierto en cuanto argumentos o posiciones, sino que además nunca podrás cerrarle la puerta a cualquier otra opinión, y visto así, creo que es igual de válido a la hora de opinar en cualquier debate. Pero definitivamente, sí, tenemos una clase con personalidades y opiniones dignas de admirar, y cuando ciertas personas en especial que todos sabemos , se expresan delante de todos , es una sensación tan gratificante como la misma experiencia enriquecedora que nos regalan.
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